OPINIÓN DE JOSÉ PLATA

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Hora Local – Soluciones para todo menos para los problemas

Pienso que llegan días en la vida en los que las cosas llegan a un mejor momento cuando es posible ver el efecto posterior que el efecto inmediato. Una analogía cruel puede ser el efecto de una bomba atómica. Cuando cae una de ellas, se reconoce el hongo que se genera; pero pasan años, generaciones y centurias y las secuelas no se han acabado. Guardando no sé cuál proporción (áurea, justa, o cualquier otra), las secuelas que Hora Local generó en la comunidad musical capitalina no han durado muchos años. Pero por lo menos quedaron infestadas para bien.

Esta banda, hija bastarda del new wave y de la movida española de los ochenta, es madre sonora de unas cuantas cosas que suenan en estos días. Su aparición en la escena capitalina se da durante el auge del "rock en español" o "rock en tu idioma" y unos cuantos barbarismos de fines de los ochenta y comienzos de los noventa. No tenían nada que hacer frente a las glamorosas bandas que se veían en revistas, se escuchaban en la radio o por las cuales muchos jóvenes capitalinos optaron por hacer música, cayendo en tontas trampas.

Pero no me cabe la menor duda de que se divirtieron mucho más que otras de aquel momento. Si, porque en medio de todo, Hora Local fue una banda bogotana que hizo de la tensa situación colombiana reinante entre 1987 y 1991 (y tal vez expandible hasta nuestros días) motivo suficiente para hacer canciones que hablaban de la absurda realidad colombiana. Si, porque en sus canciones no había afán de sonar en radio y por ende cada una se ajustaba a sus necesidades. Hicieron canciones en las que las letras sarcásticas y críticas se aprovechaban de nuestros miedos y de nuestros lujosos imaginarios de un mundo mejor, una sociedad en calma y de un país sin problemas. Como conocemos bien la historia de Colombia, sabemos que en ella sucede todo lo bueno y lo malo del mundo dos veces, por ende, ponemos la mejilla con doble gusto cuando nos van a abofetear.

Claro, la historia nos da la razón. Tanta fue la insistencia en la reedición de este único disco, que vino revigorizado un disco acompañante, con reinterpretaciones de temas como Londres, El mundo que los hippies construyeron, Implicados, Orden público alterado, El rock no te necesita, La chica de Chernobyl y Ella soñaba. Tanto implorábamos por él que llegó en el momento que menos se esperaba (el momento en el cual todo en Colombia sigue siendo lo mejor para unos y lo peor para otros, cosa que viene sucediendo en casi 200 años de vida republicana o sea el mismo tiempo de siempre) y con del cual nos sentimos orgullosos.

La historia nos da la razón de porqué los oídos inquietos supimos encontrar en la risa, en la inocencia y en la burla de nosotros mismos, el mejor combustible para sentirnos satisfechos frente a los grupos perfectos; tan perfectos que no nos dicen nada. La historia nos da la razón; ¿por qué si se reedita este disco y por qué no los de las encopetadas bandas de aquella época que no grabaron, pero que figuraron más? ¿Por qué da gusto recordar los momentos que se vivieron quince ó veinte años atrás como reducto y como vía de escape con Horal Local y no los de otros?

Porque con esta banda Bogotá estuvo contada y relatada, así como en su momento otras bandas lo hicieron para ciudades como Londres, Madrid, Nueva York, París, Caracas, Lima o Berlín. Como hijo de una ciudad y como resultado de muchas cosas, con este disco de Hora Local estoy contento de recordar lo que viví, lo que no viví y lo que no viviré aquí en Bogotá. Pero que en definitiva se que es causado por ser de aquí. Ahora me río, cuando antes tuve la angustia. Queda el temor, queda el refugio en la risa y en este disco que seguramente seguiré escuchando, uno, dos y unos cuantos años más. (Depende de lo que venga en mi vida).

"Que bueno es estar en casa otra vez" (Héroes americanos)
"Hey mira el mundo que los hippies construyeron para tí y para mi con soluciones para todo menos para los problemas." (El mundo que los hippies construyeron)